Soledad

Cuando comencé este viaje no imaginé que tuviera que enfrentar parte de su tratamiento sola. Así como para muchos, la compañía durante este proceso es clave para mantener la mente y el espíritu erguidos. Estar en una habitación de pocos metros, alejada de mis seres queridos, ha sido mucho más duro de lo que jamás imaginé. Me recrimino por sufrir tanto en mi pregrado a causa de unas simples notas, a causa se sentir que no era lo suficientemente buena para las cosas, en que no alcanzaba las metas propuestas. Me recrimino en mi maestría por haber perdido, en un momento, la esperanza de lograr mi tesis, de estar un poco inconforme con ella. Son puras banalidades, cosas sin importancia, cosas recuperables, cosas que al final ni nos definen. A pesar de que he disfrutado mucho mi vida, de que he culminado varios proyectos, de que he viajado en cada oportunidad, de que amo y me aman, de que no he dejado de llenarme de ambiciones, siento que no debí dejarme "vencer" por sentimientos de desventura tan triviales. 

Estoy sumamente agradecida con el personal del Instituto, son simplemente seres maravillosos que jamás sabré cómo agradecerles. Han estado ahí incluso en mis momentos difíciles. Me han visto derrumbada y se han acercado a brindarme una mano amiga. Es como si ellos se sintieran parte de uno. Sufren con uno, viven con uno, se alegran cuando uno está bien, se angustian cuando uno está mal, están pendientes de cualquier necesidad que uno pueda tener y lo mejor es que lo hacen con mucho amor. Se nota que aman lo que hacen y eso no se encuentra fácilmente en otro lado. No obstante, estar con la familia es una sensación muy diferente y los extraño, cada momento que estoy aquí los extraño. El miedo de lo que pueda suceder es más grande aquí en este aislamiento y sé que por el tema del Covid-19 está soledad será más larga; todavía me quedan los bloques 4, 5 y 6 de la consolidación y luego vendrá el trasplante de médula ósea.  

He hablado con muchas personas que han compartido sus experiencias personales conmigo, de cómo han afrontado sus situaciones, diferentes a la mía, pero al final experiencias que traen consigo dolor y sufrimiento. Todos ellos han salido adelante, han convivido con sus miedos y sus alegrías, me dan motivación para no rendirme. Muchas veces pareciera que la salida fácil y certera es la más adecuada, la más tranquila, sin tanto sube y baja de emociones, pero entonces ya no habría incertidumbre y ya no sabría qué más puede pasar en el futuro. 

Es cierto que mi realidad en este momento no es deseable, al principio del camino me dije: "Bueno, no es tan malo, esto es superable, esto es solo un reto, lo superaré", pero cada paso que avanzo, que me acerco más a la meta, el agotamiento va haciendo mella y ese pensamiento se va desvaneciendo. A veces no me siento lo suficientemente fuerte para afrontar esto, siento que va a poder conmigo o con una parte de mí. Ya sabía que no saldría siendo la misma al final de todo, pero jamás creí que me afectara tanto para tener racionamientos tan derrotistas. Creí que mi formación como profesional y como deportista me ayudarían a hacer esto más llevadero. En el fondo es una carrera contra la mente, cuando ella dice que ya no puedes más, que el cuerpo no puede más y tú sigues corriendo hacia la meta. Lo he experimentado jugando lesionada, corriendo y nadando largas distancias, y todas esas veces el comando es rendirse cuando se está cansado, pero la lucha interna hace que uno se lleve al límite, sin tirar la toalla. Esto es una carrera de fondo y sin embargo me siento derrotada antes de comenzar. ¿Cómo se mantiene a flote? Eso estoy tratando de descubrir. Afrontar esto sola y sin caer constantemente. Alguien me dijo que estos cambios de humor de un día para otro los había denominado días de pico y placa; me causó mucha gracia porque es un símil bastante acertado. Espero que la ayuda psicológica sea suficiente para desahogar las penas y mantenerme a flote. Sé que mis seres queridos sufren conmigo y lo que uno menos quiere es que ellos se preocupen aún más, aunque eso no hace que deje de sentir lo que siento. .