La hospitalización más larga

Las quimioterapias de rescate son bastante fuertes; tanto como para hacer que la comida me huela y sepa diferente, feo. Todo con el mismo sabor característico: como a químicos. Lo cierto es que esta nueva hospitalización, derivada de dos meses sin tratamiento y ocasionada por el mes de exámenes para trasplante y el covid-19, fue larga y difícil. En un principio iba a ir por una sola parte del protocolo, el HYPERCVAD Impar, pero al terminarlo tuve fiebre 14 días. Me pusieron 2 antibióticos, y de nuevo un TAC contrastado de todo mi cuerpo. Nada salió allí, todo parecía normal, pero la fiebre no cedía. Me habían hecho ya el aspirado de médula ósea; todavía quedaban unos pocos rastros de la enfermedad, y al final decidieron que era bueno hacerme un PET-Scan; parecido al TAC pero esto es medicina nuclear, para descartar que tuviera la enfermedad en otros sitios. El resultado fue un poco confuso, se pintaron unas partes de mis huesos que podía ser por dos causas: (i) Tenía compromiso en el hueso o (ii) se veía así por el medicamento que estimula la médula para crear neutros (el filgastrim). Al final decidieron que era mejor hacerme la otra parte del protocolo: el HYPERCVAD-Par. 


Desde el comienzo de esta hospitalización hubo un maremoto de emociones. Primero al enterarme de estar recaída y regresar al INC. Luego, porque el aspirado que me tomaron en el INC salió limpió, lo que medió esperanzas de no estar recaída y dio vía para que tomaran la decisión de pausar las quimioterapias. Así pues, me tomaron un tercer aspirado en menos de una semana que confirmó e incluso agravó el diagnóstico inicial de la recaída. En Marly me dijeron que era del 19%, en el INC del 40%. Tuvieron que iniciar de nuevo las quimioterapias y me sentí más pérdida que nunca. Este primer protocolo no fue tan agresivo, me sentía un poco más tranquila, aún cuando me desesperó la caída del cabello. Sin embargo, todo cambió cuando me dijeron que me harían el protocolo par, ya que una quimioterapia en particular me hacía estrujar el estómago. Ya se imaginarán cuál: El Metrotexato. No quería estar sola mientras ese químico barría con mis células y con mi energía. Me aterraba estar maluca y sentir que debía pararme de la cama, llevar conmigo el atril y caminar unos pasos al baño. Me puse inestable mentalmente, tanto así que vinieron de nuevo los psicólogos y mi psiquiatra, y parecía que ninguno podía hacer nada para que yo quisiera comenzar el tratamiento. Lo único que me haría sentir mejor era que me dejaran entrar a mi mami. No pedía más. Ya llevaba un mes de suplicios y sería otro mes más. Otro mes de chuzones; pues nunca me colocaron el catéter implantable, otro mes sintiéndome mal, otro mes sola. ¡No! No quería más, quería que todo se detuviera. Tan mal me vieron que llamaron a mi mamá y la dejaron estar conmigo poco más de una semana, hasta que entré en aplasia. 

Fue una hospitalización de mes y medio. La más larga, hasta ahora, en completo aislamiento. Hubo días en que quise rendirme, en que el trasplante se veía lejos, en que sentí y pensé que quizá nunca podría vencer a la enfermedad. La verdad es que aún no lo sé. No tengo decisión ahí, pero si decidí continuar. Seguirme tratando. Todavía tengo fichas que jugar: tengo el trasplante. Antes de salir ya quería tener definido la fecha de los nuevos exámenes. No quería pasar otro mes sin tratamiento que me llevara a otra recaída, porque infortunadamente esta enfermedad es veloz, no da espera de nada. No da respiros, no da tiempo de recuperarse completamente. No, hasta terminar. El trasplante, estoy casi que convencida de que, será duro, pero no será tan duro como volver a comenzar. Voy preparada, creo, para la última batalla, espero. Estoy cansada, ha sido un año muy duro, más duro de lo que debió ser por la pandemia. Muchas veces he dicho: no puedo más y todas esas veces lo he logrado. ¡No puedo creerlo! 


Por ahora estoy de nuevo en mi casa. Trabajando en tres cosas fundamentales: (i) descanso, (ii) ejercicio, (iii) comida. Y por supuesto un plus emocional. Me sigo comprobando que el cuerpo siempre puede, mientras la mente aguante, y mi mente a veces parece más mi enemiga que mi aliada. Continúo trabajando para que mi día a día no me parezca la peor cosa del mundo, para que aprenda a llevarme con la enfermedad, sobretodo en los momentos duros. Ahí vamos. No es sencillo, pero he encontrado en el podcast una razón más de ser. 

Comentarios

  1. Muy duro Nan pero día a día demuestras que eres fuerte, resiliente y así se puede, no importa caer lo que importa es levantarse.

    ResponderBorrar
  2. Y casa día escribiendo mejor, aunque todo lo que escribes me ha encantado, cada vez lo disfruto más y encuentro tu redacción rica de leer. Sueño con verte pronto mi nena y poderte abrazar . Tú tía busy.

    ResponderBorrar
  3. Daniela hola, que bien compartir esta experiencia por la que estas pasando, veo a una mujer valiente que cae y se levanta que lucha contra esta enfermedad con todas las fuerzas que deja hasta la ultima gota de sudaor para vencer que no se deja derrotar a pesar de esos momentos criticos donde ya no quieres nada Dios te siga llenando de esa fortaleza siempre.

    ResponderBorrar
  4. la infertilidad para facilitar la concepción. (No más adopción, con el Dr. Itua su problema se resolverá y tendrá su hijo con facilidad.He sido sitios de blog por un tiempo y hoy me sentí como que debía compartir mi historia porque yo era una víctima también. Tuve endometriosis durante 18 años y nunca pensé que alguna vez tendría una cura debido a los terribles síntomas que tenía y esto hizo imposible que me quedara embarazada incluso después de 12 años de matrimonio y fue un problema grave. Me enteré de que el Dr. Itua en el sitio de blog que trató a alguien y la persona compartió una historia de cómo consiguió una cura y dejó sus datos de contacto, me puse en contacto con el Dr. Itua y él realmente lo confirmó y decidí dar una oportunidad también y utilizar su medicina a base de hierbas que fue como mi carga terminó por completo. Mi hijo cumplirá 2 años este diciembre y además yo sufría de cáncer cerebral, lo cual también le explico al Dr. Itua, así que él me preparó una medicina a base de hierbas que bebí durante dos semanas para curar mi cáncer de Brian, así que si usted sufre de cualquier tipo de enfermedad puede contactar con el centro de hierbas del Dr. Itua para obtener su cura con éxito, estoy agradecida a Dios y agradecida a su medicina también. El Dr. Itua también puede curar las siguientes enfermedades... Cáncer, VIH, Herpes, Epilepsia, Hepatitis B, Inflamación del hígado, Diabetes, Fibroides, Disfunción eréctil, Recuperar a tu ex, si tienes (A sólo contacta con él en (drituaherbalcenter@gmail. com o en el número Whatsapp..+2348149277967)También puede aconsejarte sobre cómo manejar algunos problemas maritales.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario