La vida no es justa para todos

Cuando pienso que la vida no es justa para todos se me vienen a la mente las siguientes dos imágenes:

Autor: Kevin Carter

  Autor: Nilufer Demir

En la primera se enmarca la realidad de muchos niños, jóvenes, adultos y ancianos, de familias enteras, de comunidades enteras y de países enteros. Allí impacta ver la hambruna, la pobreza, la muerte y la espera de alguien más para vivir a costa tuya. Es una fotografía que mueve pasiones, que genera temores y quizá enojo, rabia e impotencia. El artista de esa fotografía se suicidó, no soportó tal vez la carga de sentir que no pudo ayudar o de que no ayudó. Ganó un premio, eso si. La fotografía es cruda y muy bien lograda. 

En la segunda vemos los resultados de la guerra, plasmados en un niño sirio que viajaba con su familia hacia Grecia para refugiarse. Por desgracia naufragaron y sus cuerpos llegaron a las playas ya sin vida. Esta es otra realidad que continúa latente no solo en medio oriente, sino, me atrevería a decir, en cada rincón donde hay vida. Los conflictos armados, los robos, los asesinatos, el sicariato, la revolución, el pensamiento diferente, el ser mujer, y bueno casi cualquier cosa ha llevado a que la gente pueda perder la vida de forma violenta. 

Estos no son los únicos ejemplos de injusticia, los hay de muchas formas y grados, pero lo cierto es que son contadas las personas que pueden vivir sin pensar más allá de cómo será el amanecer. Que tienen comida en su mesa, que tienen trabajos o devengan algún dinero y que tienen salud física y mental. Los otros, tienen algo que no los deja vivir plenamente, que los limita, que los ataca, que los hace sufrir. Para estos otros están los enfermos y los que padecen trastornos. Una realidad que parece menos violenta, pero no por ello menos dolorosa.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (WHO por sus siglas en inglés), para el 2016 la principal causa de muerte, con casi un 8%, fue la enfermedad isquémica del corazón. Ahora, si revisamos la gráfica 1, de las 10 principales causas de muerte en el mundo para 2016, podemos observar y darnos cuenta que la mayoría corresponde a enfermedades o problemas de salud. Esto me lleva a reforzar la idea de que la vida no es justa para todos, ni para aquellos que mueren de forma trágica en accidentes de tráfico. Aunque si mueren de forma súbita, el dolor es para el que queda y no para el que se va y el que se queda cargará con la pena y el sufrimiento de esa muerte toda la vida.

Gráfica 1. WHO. Global Health Estimates 2016: 20 Leading Causes of DALY by region. Tomado de: https://www.who.int/healthinfo/global_burden_disease/estimates/en/

Y así resalto la vida de quienes no padecen nada y viven una vida tranquila. Quizá el futuro no les sonría tanto, no se sabe, la incertidumbre siempre está a la vista. Yo era de esas personas afortunadas en la vida, una persona que creía que la vida le sonreiría siempre, sin embargo la vida me cambió de un día para otro. Todavía no me acostumbro del todo, todavía hay días de rabia y de llanto profundo, todavía hay días hermosos que me alegran el alma. Siempre supe lo que tenía, nunca necesité perderlo para saberlo. Tenía una carrera, una pareja estable, salud, libertad y una familia que me ha dado todo. De ahí solo han cambiado dos cosas muy importantes que son la salud y la libertad, de resto parece que lo sigo teniendo todo. Si no fuera por mi familia, mi pareja y mis sueños tal vez ya no seguiría en la lucha, no lo sé, solo sé que en este instante son mi motor para seguir adelante, para aguantar lo duro y lo amargo, esperando un amanecer de esos que se ven pocas veces en la vida.

La vida no es justa para mucha gente, no es justa para quienes mueren a corta edad, no es justa para los que asesinan de un momento a otro, no es justa para los enfermos, no es justa para la mayoría de mujeres en el mundo, no es justa para los animales, no es justa, incluso, para el planeta. Hemos destruido mucho y parece que no queremos darnos cuenta que podemos cambiar, que podemos detener lo que está sucediendo con el cambio climático, que al final nos terminará por afectar a nosotros. No obstante, debo decir que veo más gente interesada en el tema, eso si. Tengo una amiga que basó su tesis de grado de maestría en la economía circular. Aprendí bastante por ella, interesada ferviente de los desechos que producimos y como estos pueden impactar menos en el ambiente. Y así también he visto iniciativas para reducir los plásticos de un solo uso, las toallas higiénicas, entre otros. A veces me siento sensible por la cantidad de plástico de un solo uso que sale de mi habitación en el hospital, pero es inevitable, si me quiero curar es un sapo a tragar. Aunque sé que estos desperdicios son quemados, siguen dejando una huella de carbono en el ambiente. 

Para finalizar, quiero decirles a los que la vida todavía les sonríe, que no esperen para hacer las cosas que quieren y pueden hacer hoy. Yo nunca me detuve y por eso no siento arrepentimientos tardíos, pensamientos de que no hice todo lo que quería, porque hice todo lo que se me ocurría respaldada por mi familia. Viajé mucho, estudié para volverme menos ignorante, me enamoré de la persona más especial que he conocido, de una persona que por mis miedos casi pierdo pero que aquí está acompañándome en este duro reto de la vida, adopté un cachorro que no dejé en casa de mis padres, que comenzamos a criar en pareja, hice ejercicio, estuve unos semestres en la selección de voleibol, celebré cada momento especial, cuidé mi salud, etc. Lo único que me reprocho es no haber dejado tiempo para dedicarle al otro, para ayudar al otro, al que a la vida no le está sonriendo con la misma fuerza. Debí no dudarlo tanto y ser voluntaria. Ayudé de otras formas, si, pero nunca fui demasiado participe como hasta ahora. Eso es lo que más me llevaré de todo este proceso, ser más empática por la situación del otro y si tengo la oportunidad, no dejar de ayudar. Ser a fin de cuentas filántropa. Seamos todos filántropos si tenemos la oportunidad, no dudemos tanto para ayudar al que nos necesita, tal vez mañana seamos nosotros los que necesitemos esa ayuda.