Pensamientos y sentimientos
Próxima a terminar la fase de inducción he hecho una recapitulación de lo que ha sido mi vida, sobretodo estos últimos dos meses.
El año pasado fue un año que me dejó muchas experiencias, viajé y conocí muchos lugares, terminé mi maestría, adopté un perro y mi relación se fortaleció. Nunca me imaginé que este nuevo año me traería esta sorpresa tan difícil de digerir. Tuve fiebre durante 34 días, fiebre que me imposibilitaba pararme de la cama, fiebre que a veces no cedía a los medicamentos, ni a los medios físicos, hasta que por fin comencé a presentar síntomas de leucemia. Aún es doloroso para mi pensar que estaré en tratamiento durante 2 años, que tengo que pausar mis proyectos durante un tiempo y buscar otros hobbys y otras distracciones, que mi vida ha dado un giro completo y que tengo miedo de perder personas en el camino.
Es cierto que este tiempo me ha permitido conocerme más a fondo y me ha enseñado que hay que buscar la felicidad incluso en las pequeñas cosas; que la comida en casa es insuperable, que estar en casa es una ilusión grandísima cuando se lleva tanto tiempo en un hospital, que el dolor se canaliza con la respiración y que hay que aprender a fluir con él, que la fortaleza mental hay que trabajarla, que hay muchas personas que necesitan de nuestra ayuda, que debemos ser más empáticos con los otros, que la vida hay que aprovecharla a cada instante, que la familia está para ti incondicionalmente, que hay que descubrir nuevos talentos en uno. Sin embargo, extraño todo lo que tenía y que quizá no valoraba tanto.
He sufrido mucho estos dos meses, he pasado por procedimientos dolorosos, por varios diagnósticos y tratamientos, pero no hay más dolor que el pensar que tu familia y tus seres queridos sufren también por lo que te pasa, que no es fácil estar siempre fuerte para ellos, que tienes momentos en los que tu cuerpo no responde como quisieras y ellos se angustian por ti, que mi relación puede acabarse porque no es fácil sobrellevar todo lo que he pasado y todo lo que viene. Trato de mantenerme siempre positiva, de buscar alimentar mi espíritu, de mostrar al mundo que las cosas se pueden superar y todo eso me ayuda a ser cada día más fuerte, de alejar los pensamientos negativos y vivir en el presente, en el día a día, porque de lo contrario no lo resistiría. La incertidumbre del futuro agobia y me desgasta, no es para nada sencillo dejar de pensar en lo que vendrá, pero estoy aprendiendo a hacerlo.
Me siento un poco melancólica en la soledad de esta hospitalización, me desahoga escribir y contar que no todo ha sido bueno y que no siempre estoy fuerte. Tengo momentos de debilidad, de tristeza y de dolor. Pero luego me levanto y me digo que esto no me va a superar, que esto no puede ser más grande que yo, que hay muchos proyectos que puedo abarcar y que no debo temer a lo desconocido.
Reflexión: Tomemos este tiempo de cuarentena para reencontrarnos con nosotros mismos, vivamos el día a día sin pensar en lo que viene, no nos dejemos abrumar por las noticias, mantengamos viva la esperanza y comencemos a trabajar en la fortaleza mental. Descubramos nuevos hobbys, nuevos talentos que creíamos que no teníamos. Distraigamos la mente y mantengamos una actitud positiva ante los problemas y ante los retos. No nos dejemos vencer por la incertidumbre y vivamos cada día con pasión.
El año pasado fue un año que me dejó muchas experiencias, viajé y conocí muchos lugares, terminé mi maestría, adopté un perro y mi relación se fortaleció. Nunca me imaginé que este nuevo año me traería esta sorpresa tan difícil de digerir. Tuve fiebre durante 34 días, fiebre que me imposibilitaba pararme de la cama, fiebre que a veces no cedía a los medicamentos, ni a los medios físicos, hasta que por fin comencé a presentar síntomas de leucemia. Aún es doloroso para mi pensar que estaré en tratamiento durante 2 años, que tengo que pausar mis proyectos durante un tiempo y buscar otros hobbys y otras distracciones, que mi vida ha dado un giro completo y que tengo miedo de perder personas en el camino.
Es cierto que este tiempo me ha permitido conocerme más a fondo y me ha enseñado que hay que buscar la felicidad incluso en las pequeñas cosas; que la comida en casa es insuperable, que estar en casa es una ilusión grandísima cuando se lleva tanto tiempo en un hospital, que el dolor se canaliza con la respiración y que hay que aprender a fluir con él, que la fortaleza mental hay que trabajarla, que hay muchas personas que necesitan de nuestra ayuda, que debemos ser más empáticos con los otros, que la vida hay que aprovecharla a cada instante, que la familia está para ti incondicionalmente, que hay que descubrir nuevos talentos en uno. Sin embargo, extraño todo lo que tenía y que quizá no valoraba tanto.
He sufrido mucho estos dos meses, he pasado por procedimientos dolorosos, por varios diagnósticos y tratamientos, pero no hay más dolor que el pensar que tu familia y tus seres queridos sufren también por lo que te pasa, que no es fácil estar siempre fuerte para ellos, que tienes momentos en los que tu cuerpo no responde como quisieras y ellos se angustian por ti, que mi relación puede acabarse porque no es fácil sobrellevar todo lo que he pasado y todo lo que viene. Trato de mantenerme siempre positiva, de buscar alimentar mi espíritu, de mostrar al mundo que las cosas se pueden superar y todo eso me ayuda a ser cada día más fuerte, de alejar los pensamientos negativos y vivir en el presente, en el día a día, porque de lo contrario no lo resistiría. La incertidumbre del futuro agobia y me desgasta, no es para nada sencillo dejar de pensar en lo que vendrá, pero estoy aprendiendo a hacerlo.
Me siento un poco melancólica en la soledad de esta hospitalización, me desahoga escribir y contar que no todo ha sido bueno y que no siempre estoy fuerte. Tengo momentos de debilidad, de tristeza y de dolor. Pero luego me levanto y me digo que esto no me va a superar, que esto no puede ser más grande que yo, que hay muchos proyectos que puedo abarcar y que no debo temer a lo desconocido.
Reflexión: Tomemos este tiempo de cuarentena para reencontrarnos con nosotros mismos, vivamos el día a día sin pensar en lo que viene, no nos dejemos abrumar por las noticias, mantengamos viva la esperanza y comencemos a trabajar en la fortaleza mental. Descubramos nuevos hobbys, nuevos talentos que creíamos que no teníamos. Distraigamos la mente y mantengamos una actitud positiva ante los problemas y ante los retos. No nos dejemos vencer por la incertidumbre y vivamos cada día con pasión.
Eres maravillosa, hija. Aquí estamos y estaremos siempre para tí. Te amamos profundamente. Pronto estaremos juntos.
ResponderBorrarTe amo mami 🥰❣
BorrarCada día viene con su afán, estar con uno mismo siempre será la mejor opción y sabes que puedes contar con tu familia hasta el infinito y más allá. Estás demostrando la bella persona que eres.
ResponderBorrarGracias tía. Siempre hay días mejores que otros, pero ahí vamos aprendiendo y mejorando.
BorrarDaniela, orando por tu recuperación, pidiéndole al todo poderoso te devuelva la salud y vuelvas a recobrar tu calidad de vida más fortalecida. No te conozco prima pero eres mi familia, estoy muy lejos, pero desde la distancia recibe un gran abrazo con mucho cariño y mis mejores deseos
ResponderBorrarMuchas gracias por el abrazo. Un abrazo para ti también.
BorrarDaniela me gusta leer tus escritos por lo Intelectual que eres. Te expresas igual que tu mami un Abrazo cuidate mucho
ResponderBorrarEscribo desde el corazón, quizá por eso te gustan jejeje
BorrarOye! Tenme una poca de fe hahaha. Te amo 😍🥰
ResponderBorrarYo te tengo toda la fe. Recuerda que Ares es nuestro bebé
BorrarNena te estás convirtiendo en una maestra de vida con esta experiencia, estoy segura que vendrán tiempos mejores y que todo este aprendizaje te ayudará a disfrutar aún más tu vida. Tienes una enorme capacidad de convertir tu prueba en experiencia, reflexión, aprendizaje, siempre a has sido increíble y ahora más que nunca lo demuestras. Te quiero mucho y siempre estaré contigo.
ResponderBorrarTe quiero mucho tía. Después de esto y del Covid-19 el mundo será mío.
BorrarDaniela me alegra que Pronto estés en casa , tus palabras también nos ayudan a fortalecernos para valorar y disfrutar de cada instante.
ResponderBorrarMuchas gracias
BorrarGracias por compartir tu sentir y tu aprendizaje, tu crecimiento. Como se nos olvida disfrutar del instante. tal vez es la mente la que nos distrae. para vivir de dia en dia habrá que aprender a vivir de segundo en segundo. que bueno ver la conexión que tienes contigo misma. es un ejemplo para todos. no son tiempos de luchar con uno mismo, mejor abrazarnos lo que somos y soltar lo que creíamos seríamos.
ResponderBorrarMuy bien dicho :D
Borrar